lunes, 15 de octubre de 2007

Ingredientes para la belleza


- Vamos, deprisa. Rapidito pero sin correr, no os apresuréis. Y no escribais unicamente poemas de amor, eh, eso es muy difícil, esperad a tener al menos 80 años. Escribidlo sobre otro argumento mas lírico, no sé... Sobre el mar, el viento, un radiador averiado, un tranvía con retraso... ¿De acuerdo? Porque no existe ninguna cosa más poética que otra, ¿eh, lo entendeis? La poesía no está fuera, está dentro. ¿Qué es la poesía? No se lo preguntes a Belcebú, mírate al espejo, la poesía eres tú. ¡Decorad bien vuestros poemas! Buscad bien las palabras, debéis escogerlas. A veces se necesitan ocho meses para encontrar una palabra. Escogedlas, porque la belleza se inició un día cuando alguien empezó a elegir. Desde Adán y Eva. ¿Acaso sabéis cuanto tardó Eva en elegir la hoja de parra idónea? ''¿Cómo me está esta? ¿Cómo me está esta? ¿Cómo me está esta?'', ¡Ha desnudado todas las parras del paraíso terrenal!.
¡Enamoráos! Porque si no os enamoráis está todo muerto. Sí, todo muerto. Así que os debéis enamorar, porque todo revive, se mueve, 'Todo! Lapidad el gozo, consumad la alegría. Estad tristes y taciturnos, ¡Con exhuberancia! Insuflad con energía en la cara de la gente la felicidad. ¿Y como se hace eso? Pues miraré en mis apuntes, porque lo he olvidado... Esto es lo que debéis hacer... Vaya, no he podido leerlos. Pero creo que voy recordando. Para transmitir la felicidad, ¡Es necesario ser feliz!. Para transmitir el dolor, ¡Es necesario ser feliz!. Sed felices, porque tendréis que sufrir, estar mal, padecer... No tengáis miedo a sufrir, ¡Todo el mundo sufre!. Y si desgraciadamente no tenéis los medios, no os preocupéis, porque para hacer poesía solo es necesaria una cosa: Todo.

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