sábado, 7 de noviembre de 2009

Entrevista a un Tuareg.


MOUSSA AG ASSARID,

No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles...
Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo

- ¡Qué turbante tan hermoso...!
- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.

- Es de un azul bellísimo...

- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...
- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?
- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.
- ¿Por qué?
- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.
- ¿Quiénes son los tuareg?
- Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.
- ¿Cuántos son?
- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!", denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.
- ¿A qué se dedican?
- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio...
- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?
- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.
- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?
- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!
- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..
- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.
- Saber eso es valioso, sin duda...
- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!
- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!
- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?
- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...
- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...
- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.
- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?
- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...
- ¿Tanto como eso?
- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos..... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.
- ¿Qué pasó con su familia?
- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros... Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa... Entendí: mi madre estaba ayudándome...
- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?
- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo....
- Y lo logró.
- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.

- ¡Un tuareg en la universidad. ..!
- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.
- Sí...... ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?
- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!
- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.
- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...
- Fascinante, desde luego...
- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...
- Qué paz...
- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Las hojas que son verdes

Las hojas que son verdes, se vuelven marrones.
Y se caen con el viento.
Y crujen en tus manos.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

''Hagase en mí según tu palabra''


Quedarse embarazada suele ser el líder de las listas negras de todas las jóvenes hoy en día. Para los varones, más de lo mismo.
Objetivamente, no hay mucho que reprocharles. Concebir un hijo puede negarte de muchos caracteres propios de la juventud: La universidad, las fiestas, las juergas...
Ya es bastante difícil así, como para añadir el hecho de que muchos de los padres, se hacen los puros frente a las consecuencias de lo que hacen.
Ni siquiera hay que mirar fuera, si miramos en nuestro interior, se deduce que el mundo está demasiado deprimido como para ser capaz de dar la bienvenida a alguien, en su plena crisis moral.
Estas circunstancias fuerzan el aborto, como la crísis económica paraliza la creación de una empresa, salvando la diferencia de que ésta jamás tendrá sueños propios que cumplir, o momentos en los que ser feliz.
Una futura persona a la que puedes estar quitando la vida, puede cambiar el mundo.

O puede cambiarte a tí, sinónimo del mundo si eres de las que piensas en lavarte las manos con sangre inocente. Siempre ha sido muy fácil quejarse, y siendo esto lo que harás si te decides por no negarle la vida, no sabrás nunca lo agradecido que será comportarte valientemente.
Un esfuerzo por comprarte unas gafas nuevas, y esa bola de hierro llorona encadenada a tu pierna se transformará en un globo que te elevará a donde quieras llegar. Una risa suya y saborearás lo que dicen los filósofos de 'estar completa'. Una lágrima suya que seques con tus dedos, y comprenderás eso que tanto se busca. Eso a lo que llaman... El sentido de la vida.

No es una prolongación de tí misma porque esté dentro de tí. Ya no tiene nada que ver con tu vida, tiene la suya propia y un montón de cosas ajenas a tí por hacer y amar. Si quieres, puedes anular esto, pero no puedes esperar a que no tenga consecuencias para tí. Lástima que sea demasiado tarde cuando te percatas de que la vida que crece dentro de tí, sigue siendo vida. Como la tuya, que también crece dentro de Madre Naturaleza. Todos crecemos mientras vivimos y sin embargo, algunos creen tener más derecho que otros, estando en realidad en las mismas condiciones.

María dijo sí.
Yo también.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Cuenta atrás


Lo increíble es que aún haya gente incapaz de admitir vida fuera de los lares del planeta Tierra. En pleno siglo XXI, hemos averiguado demasiadas maravillas ajenas a nosotros mismos, como para seguir con la soberbia de creer que somos los únicos privilegiados. Ya sabes que cada luz que ves en tu 'tapa del arca' es una estrella, y cada una con planetas (o no) a su alrededor. ¿De veras crees que es estadísticamente probable que no haya vida en alguno de ellos? Entonces, tu próxima pregunta no superará la índole de la clásica '¿Por qué no se caen las estrellas del cielo?'.
Son cosas que has estudiado, pero más que aprendérselas tan fielmente como para recitarlas al pie de la letra, de sabios es sentirlo.
Incluso en nuestro propio planeta hay seres que jamás nos hubiéramos atrevido a imaginar.
Sentirse pequeño frente a esta información, es un gesto de agradecimiento a las causalidades y casualidades de nuestra existencia.
El cosmos no fue creado por y para nuestra existencia, y es el sol el que ocupa el centro en el que tanto nos creímos estar situados. Hemos tardado mucho en darnos cuenta, y nos tenemos que percatar de muchas cosas más.
Pero no disponemos de tanto tiempo.
¿Cuánto le queda al sol? Poco, pero desde luego más que a la vida en el planeta (Sí, nuestra culpa). Y cuando el fin tenga lugar, no será la extinción del ser humano la que más me rompa el corazón.
Me apenan los animales pacíficos, que quieren a sus crías y no asesinan a aquellos de su misma especie sin causas mayores. Esos a los que hemos situado por debajo de nosotros en nuestra egoísta jerarquía.
Hay muchas cosas que aprender. Me frustra pensar que nos queda poco tiempo, y que ese plazo haya sido limitado por nuestra inconsciencia. Y lo que ¡Por Dios! más histérica me pone, es que la raza cree que lo que queda por aprender es aquello que conlleva destrucción.
Más que aprender tenemos que recordar. Debemos volver al orígen, cuando no habíamos distorsionado los bordes del camino con la avaricia y el odio propios de la deshumanización. Debemos anular todo lo aprendido y volver a aquello en lo que nos tendríamos que haber centrado.
Más que bioquímica nuclear, necesitamos filosofía.
Y necesitamos amor.

viernes, 30 de octubre de 2009

En pleno Ágora

Lo cierto es que los sofistas no tomaron el camino de baldosas amarillas con su relativismo moral. Pero al menos... Se detenían a pensar. ¿Qué más da que estuviesen equivocados? Para eso llegó Sócrates a plantarles en los morros la valentía, esa necesidad de encontrar la verdad, más allá de lo que cada persona crea que sea. Luego fue Platón, y Aristóteles...
Pensaban y meditaban, buscaban algo un poco más profundo y sustancial que los planes para Halloween. El hervidero de pensamientos se concentraba en el ágora, en las academias... Da igual dónde, pero se concentraba, como si de una iglesia de sabios se tratara. Era una comunión de personas preocupadas por asuntos realmente importantes.
Ahora ya no es así. Los pensadores se dispersan, ningún lugar es ya testigo del más ancestral deseo del ser humano: pensar.
Sabemos que los sofistas se equivocaban, también los que defendían la idea del mundo plano, y aquellos que mataban por un Dios, al que creían estar complaciendo.
¿Estoy yo equivocada, también? Posiblemente.
Por eso, ojala pudiera ser filósofa.
Ojala no fuera de aquellos que no yerran, porque no tienen nada que demostrar.

Quiero que haya bullicio en el ágora de mi corazón.

lunes, 26 de octubre de 2009

La metamorfosis de las necesidades


Me he llevado un lapso indefinido de tiempo pensando. No sé a partir de qué palabra, o gesto, empecé a ver a los paseantes con estos curiosos ojos, pero lo cierto es que hasta ahora, esta revelación sigue prolongándose, y espero que tarde mucho en decolorarse.
Tenía unos prototipos bastante definidos y diferenciados sobre qué tipo de persona sería capaz de condicionar el paso de mi camino. Cuando lo viera, incluso de lejos, lo reconocería.
Ahora me doy cuenta de que esas espectativas decían cosas no muy positivas de mí. Por suerte o por destino, mi mirada se ha vuelto más receptiva a cualquier atisbo de profundidad en los ojos de una persona.
Hay de mis prototipos hasta debajo de las piedras desde entonces.
No he bajado el listón -Aunque visto mi éxito amoroso, quizás debería-. Sólo es que al recapacitar, he recordado que los persistentes merecen más reconocimiento que los que tienen el talento de nacimiento. Siempre había defendido ese principio para mí, pero ¡vaya hipócrita! no lo había concedido a las personas que durante una fracción de segundo, y con solo una mirada, me demuestran que son merecedores de sus sueños.
No necesito el flechazo repentino de Cupido.
Ahora necesito un amigo que tras numerosas jornadas de risas confiadas, encaje con la carcajada clave en el momento oportuno, la llave exacta en el correcto candado.
Y que nada vuelva a ser lo mismo. Que el 'a pico y pala', consiga tallar 'te quiero' en un corazón que confiado, no sé dió cuenta de que abría sus puertas a algo más que unos momentos de risa.
Se abría al cariño... Al amor.
Y entonces, no cabrá la desconfianza, ni hará falta pronunciar palabras tópicas, porque todo estará dicho en ese 'te quiero' grabado en el corazón.

Veo a muchos con prometedores cinceles en sus miradas. Echo de menos que tallen palabras en mí.

lunes, 19 de octubre de 2009

Primera teoría

- Estudiar no vale para absolutamente nada.
- Para saber no hay que estudiar.
- Para saber es necesario sentir una información.
- Sentir es, en este contexto, entender profunda y espiritualmente aquello que queremos saber.
- Para sentir no hay que estudiar.
- Para sentir hay que pensar en lo que se quiere comprender.
- Saber es sentir lo que se ha pensado.

Por tanto, pensar no es tan diferente a sentir, como algunos dicen. Son conceptos paralelos y dados de la mano.

Porque el cerebro nos puede fallar, pero el alma... El alma no.

martes, 13 de octubre de 2009

Atardecer (Por no llamarlo crepúsculo)



No nos vale con saber que el sol nos abandona cada día. Queremos verlo, regocijarnos en nuestro miedo para que luego, el amanecer nos llene de paz.
Pero cuando subo al tejado para tener mejor vista de la fusión del sol con el horizonte, no es temor, sino esperanza lo que alumbra la oscuridad que el crepúsculo dejó.
Esperanza porque, quizás para mí no, pero pase lo que pase... Seguirá amaneciendo, como en el primer alba, cuando ningún humano podía estropear la belleza con su cobardía.

¿Por qué preocuparme por la noche, si el día se sienta al lado mía? Albita te quié =)

jueves, 8 de octubre de 2009

Pequeña Noticia =)

Es la primera vez que cuento alguna noticia personal(Dejando aparte los futuros nombres de mis hijos) por aquí, pero en vista de no poder dormir por los nervios, me entraron ganas de contaros.
Mañana me darán una clase en el CAD! (Centro Andaluz de Danza, antes de que penséis que haya hecho cosas merecedoras de ingresar en el Centro de Ayuda a la Drogadicción).
A las 7 y 20 tengo que cojer el tren para ir a Sevilla.
Sé que me voy a sentir pequeña al lado de gente tan buena, pero me hace mucha ilusión.
Todo lo que sea bailar... =D

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Nota a pie de página


El único esfuerzo que ni siquiera a la larga es recompensado, es el famoso intento de fabricar diques para impedir la entrada del amor en el alma.
Da igual que no creas en el alma, ni en el amor. No te engañes, eso es solo un intento de presa de cemento. Bastante resistente, hay que admitir, aunque... No hay presa capaz de controlar la fuerza del curso de la naturaleza. No hay cabezonería lo suficientemente persistente que mantenga a las mariposas del estómago enjauladas.
Podrás rasgar el cuaderno de tu vida escribiendo: ¡No existe el amor! ¡No existe!. Y quizás en el márgen, o en la esquinita inferior, y en letra muuuy pequeñita, se lee: Aunque a lo mejor...
Por muy pequeña que sea esa nota, puede afectar al texto entero. De toda la vida, una simple grieta ha sido capaz de echar abajo imponentes muros.
Y quieras leerla o no, esa nota está debajo de tus 'No creo'.
Sí sí. Todo el sexo sin compromiso que quieras, pero después no apoyes la cabeza sobre su corazón.
Podrás decir que no quieres, hasta que de verdad lo veas alejarse, y te des cuenta de que en realidad, lo que te mantenía de pie, era ese punto en el que su cabeza, se acostaba en tu pecho para oír los susurros sinceros de tu corazón.
Empuja con todas tus fuerzas. Escribe 'NO' Hasta romper las páginas, pero a lo mejor...


*A lo mejor...

sábado, 26 de septiembre de 2009

Nombres


Sé que esto no tiene nada que ver aquí. Pero lo escribo en algún lado para que quede constancia y no pueda echarme atrás en el momento de la verdad. Los nombres de mis hijos serán:
1. Ícaro
2. Indiana
3. Ángel
Y los de mis hijas:
1. Alicia
2. Miriam
3. Lourdes

Y me da igual lo que piense el padre.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Los sueños se cumplen


Aunque a veces tengamos que vivir cosas que no queremos, para querer vivir todo lo que viene después. Los sueños dan trabajo, pero también manos a las que aferrarse cuando estás a punto de caer.

martes, 22 de septiembre de 2009

Oraciones

Un misionero español visitaba una isla, cuando se encontró con tres sacerdotes aztecas.
— ¿Cómo rezáis vosotros? —preguntó el padre.
— Sólo tenemos una oración —respondió uno de los aztecas—. Nosotros decimos: «Dios, Tú eres tres, nosotros somos tres. Ten piedad de nosotros.»
— Bella oración —dijo el misionero—. Pero no es exactamente la plegaria que Dios escucha. Os voy a enseñar una mucho mejor.

El padre les enseñó una oración católica y prosiguió su camino de evangelización. Años más tarde, ya en el navío que lo llevaba de regreso a España, tuvo que pasar de nuevo por la isla. Desde la cubierta, vio a los tres sacerdotes en la playa, y los llamó por señas.

En ese momento, los tres comenzaron a caminar por el agua hacia él.
— ¡Padre! ¡Padre! —gritó uno de ellos, acercándose al navío—. ¡Enséñanos de nuevo la oración que Dios escucha, porque no conseguimos recordarla!
— No importa — Dijo el misionero, viendo el milagro.
Y pidió perdón a Dios por no haber entendido antes que Él hablaba todas las lenguas.

Detrás



Una bailarina enmascara su fuerza con su belleza. Pero aún, e innegablemente, esa fuerza sigue ahí.

Dedicatoria ilimitada


¿Pero por qué no te paras a apreciar el silencio?', le decía siempre, cuando sus impetuosos y espontaneos comentarios lo llenaban todo. Y cuando hubo silencio, nunca deseé tanto que no lo hubiera.
Curioso.
Un giro de 360º es mas facil de lo que parece, pero seguirás en el mismo sitio en el que estabas antes de girar. Estarás con la vista dirigida al mismo lugar original, pero algo habrá cambiado: Tu identidad contará con un giro más para engordar el libro de las experiencias.
Yo di muchas piruetas seguidas. Seguía con la mirada al mismo horizonte pero el resto había cambiado.Aun me estoy recuperando del frenesi de tantos giros juntos, pero estoy lo suficientemente estable como para darme cuenta de las cosas.Cosas cosas cosas. Generalizo: Cosas. La palabra 'cosas' es como la palabra 'mundo', no hace referencia a algo en concreto. No tiene limites. La envidio.
Mis ojos van mas alla de la linea del horizonte. Cada minusculo gesto tiene un mensaje subliminal que va mas alla de lo que nos paramos a apreciar. Tengo, tenemos, debemos ir mas alla de las telarañas que nos encontramos cuando nos atrevemos a dar un pasito para acercarnos un poco mas a nuestra alma.
Mas alla, mas alla, mas alla.
Esto no es nuevo para el mundo, pero lo es para mi. Me acabo de incluir en el mundo. O quizas acabo de excluirme de el.
Solo se que hay que ir mas alla de las cosas y mas alla del mundo.
Los limites se han roto al tensarlos con tantos giros. Ahora voy a ir mas alla, a lo que se ve justo despues de la linea que separa la tierra del cielo, ¿ves a donde voy? Quizas sea un poco pronto para ti.Yo voy mas alla, sin limites. Soy aquiles sin talon, y llegare mas lejos que el. Voy a cumplir mis sueños y voy a luchar contra los limites.
Y gilipollas el que crea que no voy a conseguirlo.Mas alla.

Sin limites.Por mi y por ti, porque ese 'ti', esta dentro de ese 'mi'

Sensación nueva, vida nueva


Me quedo con esta frase: ‘’El latido frenético de un corazón en proceso de cambio’’

Creo que esto va a mejor cada día. No se si estoy cambiando o es que por fin me estoy conociendo a mí misma y ahora me parece todo nuevo. Estoy estrenando cada latido, y vivo en una premiere que parece no acabarse nunca. Me gusta así.
Hoy he descubierto una de mis nuevas, o no descubiertas hasta ahora, características.
Me he despertado con los ojos espesos. La boca pastosa. El cuerpo entumecido. Dolor de cabeza.
El pleno.
Tenía que ducharme, pero como en casa tenemos placas solares y llevamos unos días escasitos de sol, pues el agua estaba a 10 grados. Y no es plan de ducharse a 10 grados. Con lo que me gustaba la lluvia, le iba a coger hasta asco.
También tenía que limpiar y recoger. Y eso no es moco de pavo, porque estaba todo patas arriba.
Estaba asquerosamente sucia, y así no se puede trabajar tranquila. No pensaba ponerme a limpiar con esa sensación de suciedad (una sensación muy merecida, porque la verdad es que apestaba a haberme recorrido jerez entero andando bajo la lluvia después de una clase de ballet). Total, que por todas estas cosas, no estaba por la labor. Me tapé con el edredón de nuevo a modo de solución y me dije para mí misma ‘lo mejor es no moverse de la cama en todo el día’.
Y ahora viene lo mágico.
Después de haber pronunciado en mi fuero interno aquellas palabras, una parte de mí que se había estado asomando estos últimos días pero nunca se había manifestado con tanta claridad, se hizo conmigo.
Dejándome sin voluntad, este ‘yo’ desconocido, me hizo sonreír y reírme de mi misma en la cama, me quitó los edredones bruscamente, me sentó y me hizo decir en voz alta: No soy una cobarde. Me levantó corriendo, me llevó al baño, me desnudó y me metió en la ducha. Entre gritos de euforia, me hizo ducharme (no había sentido en mi vida un agua tan fría), me sacó de la ducha y me vistió con la misma y persistente sonrisa que surgió de la comisura de mis labios cuando estaba en la cama. Luego me llevó a mi cuarto y me hizo recoger todo (aún con la misma sonrisa). Hizo a mi cuerpo que bajara por las escaleras, que recogiera todo, que limpiara y que dejara la casa como los chorros del oro. Nunca había visto mi casa tan lindamente acogedora. Puse muy alta la voz cálida y aterciopelada de esos dos genios llamados 'Simon&Garfunkel'. Abrí todas las persianas que llevaban cerradas meses (no exagero… Incluso algunas podían llevar cerradas años), y dejé que la luz gris del cielo penetrara en toda la casa y todos los rincones. Subí las persianas bien arriba, para poder admirar mi adorada lluvia. Y ahí, en el alféizar de la ventana, me he dispuesto a saborear este nuevo y desconocido latido que ahora comparto contigo.

viernes, 19 de junio de 2009

Cuentos de hadas


Siempre nos quejamos de que los cuentos de hadas no existen. Que en la vida real, besamos a príncipes que se transforman en sapos, y diciendo esto, somos princesas que nos olvidamos de nuestra condición de preciosas jóvenes con tiara de oro blanco, y nos caemos a los charcos donde se concentran las ranas. Nos hinchamos como ellos, a la defensiva, cuando intentan devolvernos las maravillas que aprendimos a ignorar.
El mundo real está lleno de hadas, de maravillas y de felicidad, y no hay cuento más maravilloso y real que el que podemos vivir. Pero lo desaprovechamos diciendo que todos somos sapos.
Aunque en realidad, todos tenemos los pies descalzos, esperando el zapatito de cristal. No nos acabamos de despegar de la esperanza. Estos sapitos deberían dejar de esperar y aprender a actuar, para merecer de nuevo ese trono del terciopelo de nuestro color favorito.
La nobleza siempre vivió en el alma. Las coronas siempre se llevaron en el corazón. Las hadas viven bajo el puente de nuestros pies.