miércoles, 4 de noviembre de 2009

''Hagase en mí según tu palabra''


Quedarse embarazada suele ser el líder de las listas negras de todas las jóvenes hoy en día. Para los varones, más de lo mismo.
Objetivamente, no hay mucho que reprocharles. Concebir un hijo puede negarte de muchos caracteres propios de la juventud: La universidad, las fiestas, las juergas...
Ya es bastante difícil así, como para añadir el hecho de que muchos de los padres, se hacen los puros frente a las consecuencias de lo que hacen.
Ni siquiera hay que mirar fuera, si miramos en nuestro interior, se deduce que el mundo está demasiado deprimido como para ser capaz de dar la bienvenida a alguien, en su plena crisis moral.
Estas circunstancias fuerzan el aborto, como la crísis económica paraliza la creación de una empresa, salvando la diferencia de que ésta jamás tendrá sueños propios que cumplir, o momentos en los que ser feliz.
Una futura persona a la que puedes estar quitando la vida, puede cambiar el mundo.

O puede cambiarte a tí, sinónimo del mundo si eres de las que piensas en lavarte las manos con sangre inocente. Siempre ha sido muy fácil quejarse, y siendo esto lo que harás si te decides por no negarle la vida, no sabrás nunca lo agradecido que será comportarte valientemente.
Un esfuerzo por comprarte unas gafas nuevas, y esa bola de hierro llorona encadenada a tu pierna se transformará en un globo que te elevará a donde quieras llegar. Una risa suya y saborearás lo que dicen los filósofos de 'estar completa'. Una lágrima suya que seques con tus dedos, y comprenderás eso que tanto se busca. Eso a lo que llaman... El sentido de la vida.

No es una prolongación de tí misma porque esté dentro de tí. Ya no tiene nada que ver con tu vida, tiene la suya propia y un montón de cosas ajenas a tí por hacer y amar. Si quieres, puedes anular esto, pero no puedes esperar a que no tenga consecuencias para tí. Lástima que sea demasiado tarde cuando te percatas de que la vida que crece dentro de tí, sigue siendo vida. Como la tuya, que también crece dentro de Madre Naturaleza. Todos crecemos mientras vivimos y sin embargo, algunos creen tener más derecho que otros, estando en realidad en las mismas condiciones.

María dijo sí.
Yo también.

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